Los nervios engordan?

¿Quién no ha sentido esos cosquilleos en el estomago con la llegada de un examen? A quien no le ha dado la tembladera en las piernas cuando ve al chico(a) que te gusta? Quien no ha tenido esa opresión en el pecho por la angustia de algún evento importante?....
En mi caso, la angustia es uno de mis principales enemigos, esa sensación de opresión en el pecho me hace sentir como si estuviese a punto de tener un ataque al corazón, pero gracias a Dios, solo es nervios. Pero esta misma angustia me hace correr con los brazos abiertos al estante de los dulces en el super mercado, no me los puedo sacar de la cabeza hasta por lo menos haber ingerido una cierta cantidad de dulces, suficientes como para tener una paro diabético.
Cuando intercambio opiniones sobre el tema con amistades, parece que este es un recurso muy común para aplacar el nerviosismo y aplacar la ansiedad. El estimulo puede ser cualquiera: la espera por las notas, una renovación de contrato en el trabajo, una presentación en la universidad, el “tenemos que hablar” con el novio, etc....todos terminan con el mismo escape, necesito comer!.
A unos les da por comida chatarra, otros por dulces, y a otros por la combinación de ambos. A este mundo diverso de opciones anti-estresantes se les llaman "Los alimentos de la felicidad" porque te ayudan a incrementar las sensaciones placenteras y aumentan el estado de animo.
Yo le tengo pavor a estos estados de ansiedad porque no me mido, el incontrolable delirio por el chocolate deja sus horrorosas secuelas en mi cutis; pero es de esperarse. El chocolate después de causar un desenfreno de “endorfinas” en mi cuerpo, pasa ha ensañarse con mi cutis. Cuando me salen esas manchas horribles, acompañadas de acne, puedo ver la verdadera intensidad de mi estado de ansiedad. Obviamente, la balanza es ser quien confirma esto.

Entonces, los nervios engordan o no?

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