Yo Soy El Otro

Carlos carlín, protagonista de la jaula de las locas

Se consagró como el villano Tony en la exitosísima serie televisiva “Patacláun”. En los últimos dos años lo vimos como el hilarante esclavo Pseudolus en “Una gran comedia romana”, como el idiota Piñón en “Dónde esta el idiota?” y como el maquiavélico Mosca en “Volpone”. Ahora, encarna al homosexual transformista Albin en la recién estrenada “La jaula de las locas”, el popular musical basado en la comedia teatral del francés Jean Poiret que, por primera vez, se monta en Lima, bajo la dirección de Juan Carlos Fisher.
Carlín y Diego Bertie, quien interpreta a Georges, son la pareja de homosexuales maduros que viven en Saint-Tropez, donde además regentan un cabaret. El problema surge cuando Jean-Michel, el hijo biológico de Georges, fruto de un desliz heterosexual durante su juventud y criado por Albin, llega con la noticia de que se va a casar con Anne Dindon, la hija de un político ultraconservador, y que la familia Dindon está por llegar a Saint-Tropez para conocer a la familia del novio. Conversamos con Carlín tras bambalinas, ya caracterizado como Albin.
¿Cómo te sientes en la piel de Albin?
Muy bien, es una exigencia distinta a todos los personajes que he hecho, en la medida que tengo que componer no solo a una mujer, sino también a una madre, que además es un hombre; entonces es complicado.



¿Cómo lo has trabajado, en qué te has inspirado?
En mi mamá, incluso en mis compañeras que están en el elenco. Viendo, entendiendo a la mujer, su psicología, teniendo memoria emotiva. Hay muchas cosas que intento captar de mi mamá; por ejemplo, sus llantos de cuando le puedes decir algo bonito, o cogerte las manos con cuidado. El personaje se tiene que conmover con ciertas cosas que uno como hombre probablemente no identifica.
¿Consideras que tienes un conocimiento especial de lo femenino?
Yo soy muy torpe, pero he descubierto todo ese tipo de detalles. Hay una serie de diferencias entre cómo se siente un hombre y una mujer, sobre todo en su relación con un hijo. Hay ciertas cosas que ahora me veo obligado a entender para poderlas interpretar. Y son detalles para los que Juan Carlos (Fisher) está constantemente detrás de mí, porque, como te digo, soy muy torpe normalmente con mis movimientos. Acá tengo que ser muy delicado. Debe haber sido un gran trabajo
Y sigue siéndolo. Ya hemos pasado por los ensayos; pero, para mí, otro proceso empieza cuando enfrentas al público; ahí vas viendo cosas del personaje que no conocías. Esto, aparte de todo el tema del maquillaje, el vestuario, la caracterización, que voy a ir conociendo e incorporando durante las funciones.
¿Cómo te sientes siendo una mujer?
Una gran señora. Eso tiene que ser, una diva del espectáculo.
¿Qué te pareció cuando Juan Carlos te propuso el papel?
Al toque le dije que sí.
¿No te causa ningún tipo de rechazo?
No. Normalmente, lo que te pueden preguntar es “¿y qué sientes al hacer de gay, de transformista, travesti?”. Pero yo creo que por ahí no va lo complicado. Lo complicado es crear un drama, generar un personaje que, además de estas características, tiene un conflicto: no se siente querido, siente que se le están pasando los años, que luego de veinte años de relación puede perder a su marido, que el hijo lo rechaza. Ese, para mí, es el real drama. Cuando comenzamos los ensayos con Juan Carlos, esa fue la primera indicación que me dio: “Tu personaje siente que se le están pasando los años, ha sido un bailarín y ahora le dicen gorda, vieja; el hijo se le va a casar y se le va a ir, y encima se avergüenza de él”. Es ahí donde tengo que concentrar mi trabajo. Albin ya no puede hacer las cosas que hacía antes en el escenario. Está conflictuadísimo. Hay una canción que canto que se llama “Máscara”, que habla de lo que es transformarse: cuando se deprime se pone más rubor en la cara, se disfraza. Habrás tenido que entrar también un poco en el mundo de los transformistas… Más que eso, es entender la psicología del personaje. El tema del espectáculo, del escenario, lo puedo entender porque soy actor. También he conversado con algunos travestis para entender lo que significa. Pero en este caso específico, en este personaje, se trata más del tema del paso de los años, de cuáles son las cosas importantes.
En comparación con otros papeles que has hecho, ¿cómo calificarías este?
De los más complicados, y podría pensarse que es por todo el tema de estar travestido, pero es por el drama, porque muy fácilmente podría irme por el lado ligero de la comedia, que es lo que estoy muy acostumbrado a hacer, y buscar la risa fácil; pero no, el personaje tiene que tener un eje muy claro que es el drama que está viviendo.
¿Cómo haces para hacer tantas cosas?
Me divierto haciendo lo que hago, me vacilo, y trato de dormir lo máximo que puedo en la mañana. Por ejemplo, hoy me he despertado a la una, y tal cual me levanto me voy a la radio. Me levanto tarde porque me duermo tarde. Después de una función te quedas un poquito loco. No puedo dormirme, por la adrenalina.
¿Y qué haces?
Escribo mi columna, respondo los comentarios del blog, veo televisión, me quedo pegado al techo.
Además, tienes un nuevo espectáculo para octubre…
Sí, lo estoy ensayando y creando, un unipersonal que tiene que ver con las elecciones, con el país, con nosotros como país.
A ti te interesa el tema político, siempre hablas de eso.
Más que político, social: lo que pasa. Se relaciona con mi trabajo como comunicador. Como una persona que está expuesta o que comunica desde un escenario o a través de un personaje o a través de un micro, tengo que estar informado de lo que sucede. Como una persona que vive acá, tengo que saber adónde se destinan mis impuestos, quién es el presidente. Como ciudadano, tienes que estar mínimamente enterado; pero como comunicador, tienes la obligación de estar enterado. Cuando yo le pregunto a jóvenes estudiantes de comunicaciones qué opinan de algo, me responden: “A mí la política no me interesa; prefiero ver ‘Los Simpson’”. Chévere “Los Simpson”, me parece muy bacán; pero la gente que escribe “Los Simpson” sabe perfectamente lo que está pasando en los Estados Unidos.
No puedes vivir en Marte.
Es cierto. Nuestra política y todo eso provoca no verla, pero tenemos que enterarnos. Probablemente, uno de los espectáculos que más satisfacciones me ha dado ha sido "Perú Ja Ja", que fue una creación colectiva. Partió de una idea mía y de Rocío Tovar, y cuando lo pusimos, siempre fue un éxito porque hablaba del país.
Se acercan las elecciones.
Sí, que pena. Porque no hay nadie en quién confiar, nuevamente. Ahora está Lourdes Flores, que es muy buena, es una tía linda, como para comer biscotelas, pero siempre se equivoca. Y está el otro señor, Kouri, que tiene un montón de "chanchadas" en su haber. Entonces, por quién votas, ¿por la tía buena o por el primo "pendavis"? En esa situación estamos. La otra es la prima rebelde Susana Villarán, que te promete ocho árboles por niño, ese tipo de cosas, y no sé si la gente esté dispuesta a dar importancia a la ecología cuando se está muriendo de hambre o cuando hay problemas con los indígenas en la Selva, etc.
Por quién votamos, ¿por ti?
¿Por mí? En el unipersonal y en "La jaula de las locas", comprando su entrada (ríe). Yo no me metería en política jamás. Cada uno tiene que estar en el espacio que le corresponde y desde ahí decir algo, hacer algo u opinar si le provoca.
¿Jaime Bayly?
Yo votaría por él porque me parece sencillamente divertido. Además, es un tipo informado. Pero no creo que se vaya a lanzar; no me lo imagino levantándose en la mañana y cumpliendo con un protocolo. Pero creo que, dentro de todo este circo, está más informado y tiene más credibilidad que muchos candidatos.
Pero, ¿no crees que el Perú ha mejorado un poco en los últimos años? Por ejemplo, ahora hay mucho más teatro…
Yo creo que sí ha mejorado y, hablando puntualmente de teatro, creo que las nuevas generaciones tienen ahora muchas ganas de hacer antes de esperar a que los llamen; y la muestra de eso es que existen nuevas productoras, como Plan 9, La Plaza ISIL, Preludio, nosotros con Raquel en Llamas, etc., y muchas otras que no tienen la cobertura mediática que podemos tener nosotros.
El humor ja ja
Tú, generalmente, haces personajes cómicos.
Sí, mi personalidad es así, y me siento muy cómodo con ellos porque creo que el humor es un excelente canal para decir algo. Para mí, es importante que lo que esté haciendo diga algo, más allá de mostrarte algún paisaje bonito o qué se yo. Eso me sucedió con "Volpone", por ejemplo, donde volví a trabajar con Roberto Ángeles, que es mi profesor, y Carlos Gassols en una propuesta adaptada para criticar directamente a la sociedad limeña; eso me pareció interesante.
¿Qué tal ahora con Juan Carlos?
Extraordinario, ya habíamos trabajado antes en la "Comedia romana" e hicimos una excelente química. Nos fue muy bien con el montaje; es un director joven, divertido. Me he dado cuenta de que, conforme pasan los años, crece un poquito más, se pone más divertido, sabe lo que quiere, la tiene clarísima y maneja este tema de los musicales y los espectáculos grandes.
Tú ya has cantado antes en la "Comedia romana".
Sí, también había cantado un poquito en un montaje del '96 llamado "El día de la luna", pero para la "Comedia" sí tuve que llevar clases con Denise Dibós. Ahora, la exigencia es incluso mayor, porque la orquesta es en vivo, tengo canciones más complicadas, solos. Primero, llevé clases de técnica vocal con Mariela Monzón y luego, con Denise Dibós.
Me parece dificilísimo cantar en vivo.
Dificilísimo… es mortal. Los primeros días de los ensayos con la orquesta yo estaba aterrorizado, pero conforme van pasando los días me he ido relajando. Este personaje llama más a interpretarlo que a hacer un despliegue vocal, y ya voy combinando con más seguridad las dos cosas, y va funcionando. Me da mucho gusto cantar una canción que se llama "Soy lo que soy", con la que termina el primer acto.
Tienes que concentrarte en muchas cosas.
Sí, y aprenderte las letras, más la orquesta y mirar al director; es de locos. Pero me parece alucinante hacerlo. Hacerlo bien y que me feliciten es una satisfacción casi infantil.
Haces una buena pareja con Diego Bertie.
Yo me divierto mucho con Diego. Lo conozco hace muchos años, desde que trabajé en una película, "Reportaje a la muerte", donde yo era asistente de Producción y Diego era el actor principal. Yo preparaba panes con jamonada para los extras y jalaba los cables. Después, hemos trabajado juntos en "La ópera de tres centavos", en la "Comedia romana", y ahora aquí; nos conocemos muy bien. Para "La jaula" había que conseguir esa verdad de la pareja y la química fue instantánea, nos comprendemos con una mirada, y a mí Diego me da mucha risa, es enorme, sus movimientos. Me divierto mucho trabajando con él, me da un manazo en el escenario y me parte la espalda, y eso funciona; yo lo utilizo, porque cómo le va a pegar a una señora.
¿Te interesaría, en algún momento, hacer un papel dramático?
Sí… la verdad, no estoy desesperado ni mucho menos. Yo, lo que quiero hacer son dibujos animados, crear el universo de un dibujo animado; ese es mi sueño, tengo miles de ideas de eso.
También, has publicado un libro que fue muy exitoso.
Sí, con Johanna (San Miguel), "Yo te amo, yo tampoco", historias de parejas; un libro para baño en verdad, y estaba por sacar otro con Santillana, pero lo he tenido que parar por la cantidad de cosas que hago. Fue una categoría de libro que me parece divertida y salió muy bien, fue el libro más vendido del año.
¿Vas a volver a trabajar con Johanna?
Ojalá, es mi dupla natural. De todas maneras vamos a trabajar juntos en algún momento. Además, el público lo pide


Cortesia de Cosas Peru

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